11A: Lecciones no Aprendidas
Por Cesar Oviol
Hace 9 años la revolución bolivariana sufrió el más contundente de los ataques por parte de las fuerzas que la adversan, tan poderoso como audaz fue, que logro su derrocamiento, y en menos de 48 horas la convicción del pueblo por vivir en democracia desbarató todo el entramado de la operación de engaño masivo que se había puesto en práctica por aquellos días.
Los sucesos de aquel abril del 2002 dejaron muchas lecciones a los militantes revolucionarios, que por momentos parecen olvidarse y que es bueno recordar a diario.
Me voy a referir al menos a un par de ellas que me parecen de una importancia trascendental tanto ayer como hoy: En primer lugar, el tema de la comunicación y la información es de carácter estratégico, ya que en el 2002 aprendimos que los medios de comunicación fueron clave para el éxito de la contrarrevolución, pusieron en práctica el Lock Out informativa, desinformaron, engañaron y silenciaron a todo al país, de ahí surgió con gran fuerza la comunicación popular, los medios alternativos, comunicadores populares, redes de comunicación revolucionaria y otras formas diversas de comunicación alternativa, pero hoy día, debemos hacer una revisión a todo el campo de la acción comunicativa, porque nos encontramos con un panorama poco alentador.
Las radios comunitarias mueren de mengua por falta de oxígeno económico por parte del estado revolucionario, lo que las ha llevado a bajar su calidad de producción y a comportarse como radios comerciales para poder subsistir: en la actualidad gobernaciones y alcaldías del PSUV gastan millones de sus presupuestos de propagandas en periódicos, radios y televisoras privadas - de la oposición y afectos a la MUD- y no contratan con medios alternativos. A esto se le suma que existen muchas sin la permisologia necesaria, la cual es necesario revisar con el ánimo de reducir la tramitomanía.
Los medios del estado, son muy lentos a la hora de comunicar e informar los aciertos y borran de su contenido las fallas y criticas que pudieran y que siempre van a haber en la gestión pública. No han logrado captar al público masivamente y hacen recaer todo el peso de la comunicación sobre el Líder. En muchos casos los contenidos producidos en los programas todos son del mismo formato lo que cambia es el moderador, demostrando la poca creatividad de estos. Es un secreto a voces que hay medios públicos sin público. A esto se le suma que no hay diversidad en la vocería, vemos y escuchamos en los programas de opinión de radio y televisión a los mismos dirigentes que rotan de un programa a otro, solo del PSUV, dejando sin voz a los partidos aliados del proceso como el MEP y el PCV y mucho menos a las organizaciones revolucionarias de base. Mucho menos existe espacios a sectores disidentes democráticos para generar contradicción y canalizar el debate político hacia el dialogo y la búsqueda pacífica de los soluciones a los problemas del país. Democratizar los medios sin duda es una tarea pendiente.
En segundo lugar, quiero referirme al tema de la fuerza armada y la organización popular. Las fuerzas armadas en Venezuela viven un profundo cambio en la visión mas no así en su misión; el presidente Chávez tiene una visión de lo que la FANB debe ser en el marco del proceso revolucionario, pero es un proceso que va lento, hay muchos en las FANB que solo acompañan a la revolución porque esto representa una oportunidad de negocio, hay que revisar la corrupción en las FANB, y no vengan a pedir pruebas, porque solo basta con pasearse por los mejores restaurantes, urbanizaciones, centros comerciales o en los garajes de muchos altos mandos para corroborar el alto nivel de vida y ostentación que se percibe.
Además, cabe la duda ante los últimos acontecimientos que han obligado a retroceder al gobierno ante la opinión pública, casi todos relacionados con el sector castrense, lo cual es causa de suspicacia: con la promulgación de la nueva ley de la FANB se genero una incertidumbre en la población por el registro militar y nadie o pocos salieron aclarar o lo hicieron cuando el agua de la matriz de opinión contraria ya se había desbordado.
Recientemente con la entrada en vigencia de la resolución 017621 del Plan Integral de Educación Militar también se hace silencio mientras que en la población se siembra el pánico por la presencia de las milicias en los liceos.
Ahora no es descabellado suponer que, quien está detrás de estas decisiones solo le hace el juego a la contrarrevolución, o se le olvida el principio Dusseliano tan citado en estos días por el presidente de "gobernar obedeciendo".
Esto nos deja razones para no confiar en la lealtad absoluta de las FANB con el proceso revolucionario y acelerar la organización del pueblo para lo construcción del socialismo en Paz y Democrático.
Aprendamos las lecciones del 11A no bajemos la guardia, no descansemos en la formación política Ideológica de nuestro pueblo, asumamos la dirección colectiva del proceso y sigamos fortaleciendo el sistema alternativo de comunicación con creatividad, Reflexión y critica. Recordando que "solo el pueblo, salva a el pueblo".
Lic. Cesar Oviol Educador
Twitter: @cesaroviol
e-mail: cesaroviol@gmail.com
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