En transmisión de VTV, los estudiantes revolucionarios llegaron a la esquina de San Francisco, en la Asamblea Nacional.
A las puertas del Parlamento, la diputada y profesora María de Queipo expresó “satisfacción” por la movilización, mientras aseguraba que recibirán los documentos que los estudiantes han llevado.
“Estamos aquí para atender a los estudiantes, con quien vamos a establecer un dialogo” indicó.
Entre tanto, Vicente Moronta, dirigente estudiantil, entregó el documento a la diputada, que exige la aprobación de la Ley Universitaria.
A las puertas del Parlamento, la diputada y profesora María de Queipo expresó “satisfacción” por la movilización, mientras aseguraba que recibirán los documentos que los estudiantes han llevado.
“Estamos aquí para atender a los estudiantes, con quien vamos a establecer un dialogo” indicó.
Entre tanto, Vicente Moronta, dirigente estudiantil, entregó el documento a la diputada, que exige la aprobación de la Ley Universitaria.
Esperamos que esta Asamblea, encabezando la ley de Comisión Permanente de Educación, Cultura y Deporte, apruebe antes del 30 de diciembre esa ley, no es una exigencia de nosotros como universitarios, sino una exigencia del pueblo”, sugirió.
“Nosotros no concebimos que todavía, en tiempos de revolución, se sigan permitiendo pruebas internas” criticó Moronta.
“Proponemos que haya un debate” agregó el dirigente.
Explicó que para el estudiantado, la democracia implica la “configuración de nuevos tejidos sociales”.
Los principales cambios deben estar orientados hacia “el libre ingreso en las universidades, sin pruebas internas; un mayor control sobre los presupuestos de las casas de estudio superior”.
“Nosotros no concebimos que todavía, en tiempos de revolución, se sigan permitiendo pruebas internas” criticó Moronta.
“Proponemos que haya un debate” agregó el dirigente.
Explicó que para el estudiantado, la democracia implica la “configuración de nuevos tejidos sociales”.
Los principales cambios deben estar orientados hacia “el libre ingreso en las universidades, sin pruebas internas; un mayor control sobre los presupuestos de las casas de estudio superior”.
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